domingo, 20 de marzo de 2011

Admiro tu ausencia y amo tu presencia

Tu existencia me devolvió la naturaleza de mi sonrisa. Te conocí por maneras misteriosas y profundas que por más que trate de analizar nunca podré entender. Me has fortalecido como nunca nada lo había echo antes. Me diste calor en las noches de frió, y en las noches de calor iluminaste mis ojos con tu sonrisa y tu voz. Quisiera poder verte todos los días y abrazarte todos los años. Eres levemente un poco más alta que yo, pero nuestro sentimiento es más alto que los dos. Me facinan tus ojos, y tus labios me conquistan. Si pudiera diseñar mi cerebro haría que toda mi memoria te tuviera en mis sueños. Me encanta que no eres como la mayoría de gente, sabes que no estas en este mundo solo para divertirte y solo para buscar comodidades o delicadezas. Me encantan las narraciones y todos los secretos que mis oídos han escuchado de tu boca. Creciste y desde niña revelaste tu propio sendero en un laberinto de libros. Me llena de vida saber que puedo bromear, gritar, reír y llorar junto a ti. Me intoxica un aroma casi existencial que proviene de tu esencia, tu pelo es el nido de mis deseos y de mis recuerdos. En una de las esquinas del mundo a lo largo de nuestra esfera nadare contigo y nunca nos hundiremos. Voy al fin contigo y contigo al final iré, te doy la mano caminando y en el reflejo te mirare. Admiro tu ausencia y amo tu presencia.